Finlandia ha creado un método que elimina el acoso escolar en el 79 por ciento de los colegios. Una decena de países europeos ya lo han puesto en marcha. Por ejemplo, Gran Bretaña.
"Nadie dió la cara por mi. Eso es lo que te hunde".
" Lo pasó tan mal que llegó a autolesionarse, dejó de ir a clase y necesitó ayuda psiquiátrica".
Una indefensión que es una "mezcla de impotencia, terror y soledad."
Lo más frustrante del acoso escolar es que el 88 por ciento de las veces ocurre delante de un público que ríe o que calla; cómplice por activa o por pasiva.
La originalidad de KIVA radica en que no convierte en héroes a los que no tienen madera de tales,
sino que les proporciona herramientas para solidarizarse con el
compañero acosado sin tener que recurrir al valor. Y para informar del
problema sin convertirse en chivatos. Es toda la clase, y en última
instancia la escuela entera, la que se involucra.
Finlandia implantó este sistema tras una situación de alarma nacional.
KiVA es un juego de palabras El programa arrancó en un momento de emergencia nacional. En 2007, un joven armado irrumpió en su escuela de la localidad de Jokela y mató a seis estudiantes, la directora y la enfermera; luego se suicidó. Se supo que había padecido acoso escolar durante toda su vida académica. Hubo otra masacre en 2008. Y Finlandia registraba una de las tasas de suicidio adolescente más altas del mundo.
KiVA es un juego de palabras El programa arrancó en un momento de emergencia nacional. En 2007, un joven armado irrumpió en su escuela de la localidad de Jokela y mató a seis estudiantes, la directora y la enfermera; luego se suicidó. Se supo que había padecido acoso escolar durante toda su vida académica. Hubo otra masacre en 2008. Y Finlandia registraba una de las tasas de suicidio adolescente más altas del mundo.
KiVa se implantó con fondos públicos. Se realizó un estudio de tres años
para evaluar su efectividad. Participaron 234 colegios y 28.000
estudiantes de entre 7 y 15 años. Los resultados fueron espectaculares. Los casos de acoso desaparecieron en el 79 por ciento de las escuelas.
«Ser cruel suele ser rentable en términos de popularidad.
Nuestro método le da la vuelta a esa premisa y consigue que el acosador
quede desacreditado ante el grupo», expone Salmivalli.
Los chicos deben aprender a interpretar sus emociones y las de sus compañeros.
Guía para acabar con el acoso escolar:
- La clase. Los espectadores no son cómplices
- Los profesores. Acción inmediata
- La víctima. Apoyo constante
- El acosador. Adiós a la popularidad
- Los padres. Atención a las señales
* Más información:
AQUÍ:" Una revolución contra el acoso escolar".
KIVA:"Educación en Finlandia". pdf
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