La Convención sobre los Derechos del Niño tiene 54 artículos, que
describen los derechos de todos los menores de edad y piden a los países
que pongan los medios necesarios para que se cumplan. Llegar a esos 54
artículos no fue fácil y muchos expertos de todo el mundo trabajaron durante años para elaborar la Convención.
Desde su puesta en vigor, millones de niños y niñas han visto como han
cambiado sus vidas. Han podido acceder a servicios sanitarios,
educativos, de protección, de participación ciudadana.
Sin embargo, la Convención no es mágica: su simple existencia no hace que todos los niños se libren de abusos e injusticias. Es necesario que todos nos comprometamos para hacer que los derechos de la infancia se respeten.
*Derechos, por principio
Se reconoce que todos los
menores de edad deben tener una protección especial y que no pueden ser
tratados como adultos.
Los derechos de la infancia se basan en cuatro principios fundamentales:
-La no discriminación: todos los niños tienen los mismos derechos. Esto significa: todos los niños y todas las niñas, en todo caso, en todo momento y sin excepciones.
No importa su raza, su religión, su procedencia o las ideas de sus
padres. Ningún niño debe recibir un trato injusto bajo ningún concepto.
-El interés superior del niño:cualquier
decisión, ley, o política que pueda afectar a la infancia tiene que
tener en cuenta qué es lo mejor para los niños y niñas. Cuando los
adultos tomen decisiones tienen que pensar en cómo pueden afectar a los
niños.
-El derecho a la vida, la supervivencia y el desarrollo:
todos los niños y niñas tienen derecho a vivir, a desarrollarse y a
alcanzar su máximo potencial en la vida. Esto incluye tener derecho a
cosas como una alimentación y alojamientos adecuados, al agua potable, a
la educación, a la atención sanitaria, al juego y el descanso, a
actividades culturales y a información sobre sus derechos.
-La participación: los
menores de edad tienen derecho a ser consultados sobre las situaciones
que les afecten y a que sus opiniones sean tomadas en cuenta. Esto no
significa que los niños puedan mandar sobre sus padres ni decirles qué
tienen que hacer. La participación debe ir aumentando conforme a la edad
y es importante para que los niños y jóvenes alcancen la madurez.
* Después de la lectura, dejamos estas propuestas de actuación con el alumnado.
* Preguntas para el debate en el aula:
- ¿Realmente podrían desaparecer los derechos?.
- ¿Cómo sería un día sin los derechos de la infancia?.
- ¿Crees que existen unos derechos más importantes que otros?.
- ¿Hay derechos“secundarios”?.
- ¿Se te ocurren otras formas de defender los derechos de la infancia?.
Todos los derechos para las niñas y los niños. Enrédate.org
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