Qué niño irá a caballo
pensativo hacia el mar insondable
para contarnos una dura historia
de
despojos guerreros y de hambre
como aquel mediodía que revive
aún hoy
bajo los cascos sollozantes.
Tal vez la vida sea para otros
asunto menos
grave
música que escuchamos desplegada
dulcemente en el aire
larga
espera en la seguridad
de que el tren llegará temprano o tarde.
Mas para
mí no puede ser sino dolor
hecho a su imagen.
Mi porvenir y mi
principio
son una misma escena inolvidable
el mar que emerge eternamente
al fondo de una calle
y un niño y un caballo derribados
tragados por el
oleaje.
CARLOS SAHAGÚN, In Memoriam (Poeta de la Generación del 50)
Un poema perfecto para dar al botón de "reinicio". Un abrazo y buen curso
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