
Se trata de una entrevista a la neurocientífica Anna Carballo. Proporciona mucha luz y sabiduría. Especialmente, en relación a la aportación teórica que ofrece la neurociencia. Aunque, es obvio que el valor de la teoría y la praxis, también corresponde al profesorado y a los pedagogos en el campo didáctico.
"Pide prudencia ante "el poder seductor de la neurociencia", ya que no tiene una fórmula para diseñar la escuela perfecta. Reconoce que el cerebro necesita emocionarse para aprender, pero alerta a los docentes sobre el peligro de convertir las clases en un "frenesí emocional constante". Los niños también tienen que aprender a aburrirse".
"Veo un intrusismo bestial de los neurocientíficos. La neurociencia puede ofrecer fundamentación teórica acerca del proceso de aprendizaje, pero para nada se debe meter en el campo de la didáctica porque no somos pedagogos, no podemos decir lo que hay que hacer en el aula"...
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